sábado, 21 de noviembre de 2015

El poder de la redes sociales



Hoy por hoy el poder de las redes sociales es significativo. No hay institución, empresa, u organismo que no le preste atención y hasta tenga su página en Facebook. Se dice inclusive que los jefes hasta revisan los perfiles de sus empleados para ver su comportamiento fuera de las oficinas. Pero así como se ve en forma descendente, también puede servir para destapar asuntos internos o denuncias sobre los jefes o gerentes.

Todas las instituciones hoy en día, están sujetas al escrutinio público. Días antes vimos cómo fue agredido un motociclista a manos de unos serenazgos y gracias a la redes sociales hoy están sujetos a denuncia penal. Pero hay instituciones públicas como las fuerzas armadas que debido a su natural composición en cuanto al secreto, a la reserva y a un mal llamado espíritu de cuerpo han estado exentas del ojo público, si no fuera por denuncias de sus propios miembros.

Y en el caso de las redes sociales, leía con estupor una serie de denuncias recogidas por un abogado, que aparentemente ha tenido algunos roces con una institución militar que conozco. Lo triste del caso es que según lo observado en mi experiencia, los casos son siempre los mismos, giran siempre alrededor del abuso y aprovechamiento del puesto y el grado, la malversación del presupuesto asignado, de la venta de combustible y las compras mal habidas y los denunciados, culpables en todos los casos, son retirados de la Institución de la misma forma en que la Iglesia trata a sus curas pedofilos, sin escándalo y por la puerta de atrás, pero sin atacar el tema de fondo.

En el caso de las FFAA parece que los buenos oficiales cada vez escasean más. Son muy pocos los que ha levantado su voz, utilizando los canales correspondientes para denunciar actos de corrupción, pero lo triste es que cuando lo hacen, los que tienen el poder de hacer algo, los aíslan, los invitan al retiro o los aburren, demostrando que nadie "puede ir contra el sistema"

Y el sistema está mal. Cómo se puede entender que, por ejemplo, solo se vayan de baja cierta especialidades operativas pero las administrativas como los de abastecimientos, finanzas, intendentes y últimamente los de personal que manejan planillas nunca se quieran ir. ¿Es que ellos ganan más? ¿Es que tienen más camiseta? ¿Es que trabajan ad honorem? ¿No tienen necesidades económicas? Y lo más triste es que los oficiales operativos con mayor proyección en la carrera que se quedan, que van a dirigir la Institución, se hacen cómplices de este sistema ya sea por acción u omisión. Pero las redes sociales están ayudando a destapar y a desenmascarar a los corruptos.

Lo más triste, es que pese a que uno de los principales valores es la Integridad esto sea letra muerta. Por eso es que las redes sociales se alborotan con denuncias. El ser Íntegro no sólo es el que no se corrompe sino es aquel que hace algo por limpiar su institución de malos elementos. Aquel que se queda en una Institución u organización , sabiendo que pasa algo inmoral o ilegal y no hace nada, no denuncia y mira al costado, también es corrupto por omisión y esto me trae a colación un "sabio comentario" de un líder militar con estrellas (no merecidas) sobre el hombro.

Me comentaba un amigo que había hablado con este líder de papel y le había tratado de darle una "lección sobre su moral". Le había dicho lo siguiente: "¿tú crees que yo no he visto una serie de actos de corrupción e irregularidades durante mi carrera? Pero he callado... sino no sería general...cuando sea comandante general arriaré la bandera y subiré mi propia bandera. Allí combatiré la corrupción"

Esa frase resume una triste realidad: que nadie se quiere quemar por su institución. ¿Qué clase de líderes tendremos? Eso demuestra que clase de valores tiene la gente para optar por la posiciones más altas, que el fin justifica los medios. Los miembros de una organización que piensan así, significa que no han internalizado la definición de integridad, por lo tanto son tan cómplices de la corrupción y de lo mal que está el sistema. Así no llegaremos a ningún lado.

Lo más triste es que el personal que la integra, en su mayoría, no hace nada para cambiar el sistema y se deja llevar por esta perversa corriente. Antes que solucionar el tema de fondo, los dirigentes se dedica a "matar al mensajero". Y los más irónico es que, volviendo al tema del abogado que recibe y publica denuncias en una red social, sus líderes antes de desmentir alguna de estas informaciones y tratar de solucionar el tema de fondo, mal utilizan órganos de inteligencia para investigar la información contenida en un Facebook personal, persiguiendo a aquellos que dan likes o comentan en el portal de dicho abogado, pero con eso no hacen nada más que legitimar el contenido.

En vez de investigar el fondo del problema y las denuncias ¿qué es lo que se hace? Pues se realizan falsas investigaciones orquestadas y direccionadas, cuyos resultados solo buscan esconder el problema, ponerlo bajo la alfombra, o pasarlo al siguiente. Todo esto ocasiona desmoralización y desmotivación sobretodo en los miembros honestos que ven que no se hace nada originando impunidad. Los dirigentes, presionan y coactan a los más jóvenes o débiles y no permiten que el sistema se purifique.

El tema a atacar es la corrupción y hoy las redes sociales se han convertido en una excelente medio para separar la paja del trigo. Hay grandes instituciones, pero éstas requieren hombres comprometidos con la integridad que no sean cómplices, que no miren al costado, que denuncien con valentía. Solo así forjaremos grandes instituciones, si eso pasa en mi Fuerza Aérea, entonces seguiremos siendo una institución medieval en mundo moderno en donde la información se ha convertido en un arma poderosa.





1 comentario:

  1. Muy acertado tu comentario Tito, es verdad que las redes sociales hoy en dia es un arma letal que muchas veces distorciona la verdad y la realidad pero lo mas importante creo, es que se debe considerar estos asuntos que afectan la moral Institucional, o diremos "El que calla otorga"

    ResponderEliminar