martes, 25 de agosto de 2009

!Welcome to Callao!


Yo no sé qué piensan Uds. pero ¿por qué el Callao tiene que ser una provincia y no simplemente un distrito más de Lima?. No parece ser importante pero que ahora lo sea, si hace una gran diferencia. Tómese Ud. un taxi y pídale que lo lleve ahí, o le cobra el doble o no lo querrá llevar. ¿Es la Provincia Constitucional del Callao un territorio separado del Perú regido por normas propias en materia de circulación de vehículos? Es que ese “sacha” distrito, aparte de ser un desastre como tal, se cree un feudo dentro de Lima, con reglas y sanciones distintas a la de Lima a la que debería subordinarse en aras del orden de una ciudad que es al final una misma integridad. Compruébelo Ud. cuando tenga que ir y venir del aeropuerto.

Lo más irritante es que sus autoridades llámese Alex Kouri (ex alcalde y quien se ha hecho pintar su imagen en las paredes como si fuera un ídolo religioso) y Félix Moreno (alcalde vigente) son del mismo partido Chim Pum Callao (nombre que suena a zapatería más bien). Kouri era alcalde ahora es presidente del “gobierno regional” y Feliz Moreno (si el que dice en su publicidad, escrita en los muros ilegalmente “FELIX mente soy chalaco” fue desde 1999 hasta el 2006 electo por dos períodos consecutivos como alcalde distrital de Carmen de la Legua Reynoso (si cuando pase el rio Rímac vea un monumento enorme de la Virgen que parece ser un peón de ajedrez gigante y que ahora se ha convertido en uno de los 16 obstáculos para hacer su vía expresa.

No es por nada pero solo en este país un funcionario público tiene un video con Montesinos, complotando para hacer una ridícula versión de vía expresa, no la hace, cobra peaje y no le pasa nada. Gracias a las autoridades de la Provincia Constitucional del Callao y de sus alcaldes vecinos los peruanos tenemos el peor acceso del aeropuerto a la ciudad en todo Sudamérica.

Al salir de nuestro moderno aeropuerto, lo primero que tendrá que enfrentar es a un montón de taxistas (solo autorizados a operar por el municipio del Callao) con pésimos y viejos carros para recoger pasajeros (llámese esa compañía Taxi Green que tiene carros viejos y que por poco te atropellan apenas llegas de un vuelo nacional y que se estacionan donde dice estacionamiento temporal con la complicidad de la policía.

Si tiene la suerte de salir por la puerta principal, ya que estos funcionarios nos obligaron a ir hasta su fallido peaje, podrá apreciar un confuso letrero que les hará dudar a los turistas sobre si su destino era el correcto. Una pileta con banderitas donde hay un letrero hecho por Moreno “Welcome to Callao”, ¿por qué no Bienvenido al Callao? ( como si acá el idioma oficial fuera el inglés!) cuando en verdad es Bienvenido a Lima, Ciudad de Los Reyes. En primer lugar, el turista llega a Lima no al Callao, prueba de ellos es que se va a un hotel de Lima, ninguno del Callao. Lo más irritante es que cuando uno aterriza en Lima ahora se ha obligado a las compañías aéreas a decir: “….Bienvenidos al aeropuerto Jorge Chávez ubicado en la provincia Constitucional del Callao”.

Luego tiene que pasar por una “vía expresa” o highway de un kilometro. Esta burla de vía expresa tiene carriles secundarios que fueron supuestamente hechos para el tránsito de combies que ahora ni se les ocurre circular por ahí ya que colocaron rompemuelles y semáforos con el solo propósito de desalentar su uso y hacer que la gente pague peaje. Fue tan desproporcionada esta mala intención, en que si quieres irte a la Panamericana y solo dejaste un pasajero por la vía libre del aeropuerto, pues tienes que irte hasta el peaje. Si pagaste tu ingreso al aeropuerto si tienes la opción de hacerlo, ¡que malditos!

Más allá encontrará 20 casetas de peaje que no sirven para nada y cuyos cómplices en este proyecto nos cobraron S/. 1.50 por casi dos años. Pase el peaje y léase un periódico entero esperando pasar ese cuello de botella, que lo trasladará a una avenida de Calcuta, gracias a la excelente gestión de sus funcionarios, que le han concesionado el uso a estas vías a decenas de empresas de “combies” y “coaster” que hacen del tráfico en una excelente bienvenida al turista.

Ahora último, como ya no se saben qué hacer para llamar la atención, no se les ha ocurrido mejor idea que hacer parques temáticos. La idea es buena y el parque de la FAP y la Marina están muy bonitos pero la ubicación no es la más adecuada y no hace nada en mejorar nuestro feo acceso a la capital. Qué bonito hubiera sido que lo hayan ubicado en un sitio que mejore este acceso a la ciudad, pero no, lo pusieron donde ellos quisieron y nosotros le hicimos el juego. Si el 100% de turistas sale del aeropuerto TODOS voltean la derecha, ¿quién se va a la izquierda?! Y esa zona es una área industrial con pocas facilidades y alto trafico (espero no ver una noticia de una combi chocándose con un avión!).

Se pudo haber aprovechado la oportunidad para implementar un buen museo aeronáutico que nos signifique un ingreso a nuestras alicaídas arcas o poner nuestros aviones antiguos en una plaza del distrito de Surco o en la Base Las Palmas o en una provincia, alejada de la capital. Ahora lo tienen este par de funcionarios que lucran de la política y hacen del Callao en un distrito que les da la bienvenida a los turistas en la peor forma posible. Pero que hizo el Callao para ser una provincia? Pues nada.

Yo pensé que había hecho algún acto constitucional, se había rebelado contra algún gobierno autoritario, nada de eso según wikipedia esto es su historia ….El 22 de abril de 1857 durante el gobierno del Mariscal Ramón Castilla, El Callao es promovido, por la Convención Nacional que presidía el abogado chalaco José Gálvez Egúsquiza, al rango de Provincia Constitucional. Esta denominación no implicaba ninguna diferencia práctica por cuanto el status del Callao era igual al de cualquier otra provincia y pertenecía, al igual que todas, a un Departamento (Lima). La única y capital diferencia estribaba en el hecho de que mientras todas las demás provincias del país lo eran por mandato de la ley, El Callao lo era por mandato constitucional.

Yo particularmente opino que el Callao debe ser un distrito más de Lima, ni se les ocurra pensar en que sea un departamento. La ciudad debe ser una sola unidad urbana con leyes comunes y una misma autoridad que pueda poner fin a todo el caos del tráfico y delincuencia que impera en nuestra capital. El Callao no ha hecho nada por mejorar el acceso al aeropuerto, lucró, hizo una ridícula versión de vía expresa, llenó la avenida Faucett de combies y coaster y ha convertido este acceso en la peor bienvenida al turista a la capital del Perú.

Pensándolo bien, está bien que ese letrero diga Welcome to Callao, de esa forma los turistas sabrán que el aeropuerto de Lima está en esta “Provincia” y no específicamente en Lima y que esa primera impresión es gracias a sus deficientes autoridades que FELIXmente son chalacas. (y ojo Chala es costa, los limeños también seriamos “chalacos”!)

PD . El Callao es una provincia que tiene (muchas?!) cosas bonitas pero lo que yo veo todos los días al irme al aeropuerto, es motivo suficiente para hacer estos comentarios. Y espera tu turno Alcalde de Pueblo Libre con tus discotecas de medio pelo que se apoderan de cuatro carriles de la avenida La Marina todas las noches.

lunes, 17 de agosto de 2009

DIVINA PROVIDENCIA


Era uno de esos días en que la selva mudaba su constante calor, por un día bastante nublado y con varias tormentas alrededor del Río Marañón, eje principal de nuestra ruta. Esa ocasión como oficial alumno del grado de teniente, volaba con mi instructor el "Sable" o "Fish", como suelo llamarlo, nuestro hidroavión DHC-6 a un vuelo de apoyo a PETROPERU. La ruta era Iquitos a Saramuro, la estación No. 1 del oleoducto Norperuano. De ahí seguiríamos a Saramiriza, puerta de salida de la selva hacia la costa norte, para luego regresar por la misma ruta a Iquitos.
En esos años, nuestras aeronaves, no contaban con ningún sistema de navegación así que el vuelo, en medio de una selva sin radioayudas, lo realizábamos con un compás magnético y con referencias visuales sobre el terreno.

El vuelo transcurrió sin novedad de Iquitos a Saramuro, pero el horizonte nos presagiaba un día difícil. Luego de despegar de Saramuro hacia Saramiriza, volaríamos sobre el Rio Marañón, pero un gran frente de tormentas nos desvió algo al sur de la ruta. A falta de un radar meteorológico no había mas opción que desviarse.

Luego de salir de Saramiriza, pusimos rumbo al este y nos encontramos ya no con tormentas aisladas, si no mas bien con un frente imposible de atravesar. Para los que han volado por esa zona saben que sobre el Río Pastaza siempre hay presencia de mal tiempo, aparentemente por ser una zona de baja presión.

Poco a poco el mal tiempo nos llevó hacia el sur del Marañón, y de repente, nos vimos en el medio de nubes negras que nos obligaron a regresar, pero ya habíamos sido envueltos en un gran frente de mal tiempo.

Mientras, en Saramuro, el operador local de radio trataba de comunicarse con nosotros advirtiéndonos de un gran tormenta sobre su estación. Al estar rodeados de tormentas por todos los cuadrantes de la ruta solo pudimos encontrar un pequeño claro hacia el sur oeste, donde divisamos un trecho del Río Huallaga. Habíamos encontrado nuestra salvación.

Los fuertes vientos originados por las tormentas adyacentes y la probable presencia de microráfagas o windshears harían el acuatizaje bastante difícil. Además para empeorar las cosas, las olas sobre el río parecían olas de mar, ¿resistiría nuestro hidroavión semejante acuatizaje?. Pues no había otra solución, nos quedábamos sin combustible y teníamos que acuatizar.



Iniciamos la aproximación y nuestro noble avión parecía tambalearse en todo momento. Nuestros limpiaparabrisas parecían querer salirse por los extremos de las ventanas. Los pasajeros, entre ellos un cocinero de dudosa virilidad, nos distraía con sus gritos y para empeorar las cosas un extintor se activó con un estruendo que motivó el pánico de los pasajeros de la compañía estatal de petróleo.
Cerca al agua pudimos percatarnos de las grandes olas y luego hicimos contacto con un río encrespado cuyas olas pegaban contra nuestro parabrisas. Una vez controlado el avión, no quedaba otra tarea de llevar a los pasajeros a una zona segura. Dentro de la lluvia que ya caía copiosamente sobre nosotros, encontramos un pequeño poblado. Al varar y asegurar nuestro avión preguntamos a dónde habíamos llegado. La mano de Dios nos había hecho llegar a un pequeño poblado cuyo nombre nos hizo pensar en que Dios estuvo con nosotros. El poblado se llamaba irónicamente Providencia, dos vueltas al río de la ciudad de Yurimaguas.

Pero la aventura no terminaba ahí. Si recordamos los años difíciles de terrorismo en el Perú, el Huallaga a finales de los ochentas era bastión de los grupos terroristas. Luego de la tormenta ya no teníamos combustible para completar nuestro vuelo, tendríamos que ir a Yurimaguas. Volamos hacia ahí y luego de coordinar con la estación naval pusimos a buen recaudo nuestro avión. La base naval había sido atacada el día anterior, la comisaría había sido tomada y la población había sido congregada en su plaza de armas. Al día siguiente, "Rambo", un piloto de helicóptero del Ejército, sin cabello y baja estatura, nos prestó un par de cilindros de turbo y con eso pudimos regresar a Saramuro y terminar con esta historia que nos hizo llegar la "divina providencia".