martes, 14 de diciembre de 2021

Nairobi y mi arroz
Llegué a la capital de Kenia, Nairobi conociendo que era una de las mejores economías del África oriental y que había sido una colonia inglesa hasta 1963 y hasta ahí llegó lo poco que sabía.

En casi un mes he podido conocer ciertas partes de la ciudad y puedo decir que se parece a muchas ciudades latinas, con zonas pobres, residenciales y hasta barrios de enormes mansiones.

El clima es fabuloso.Es una ciudad situada a la altura del ecuador y con más de 1800 mts al nivel del mar, lo que le da un clima seco y con una temperatura bastante agradable. A mí me ha caído a “ pelo” pues ya no me levanto con las molestias a la garganta u ocasionales malestares derivados de nuestro húmedo clima limeño.

Su gente es súper acogedora, todos hablan el inglés y el Swahili, idioma cuyas vocales son las mismas que en el castellano. Esta ciudad se hizo famosa también por que inspiraron a los creadores de la película “El rey León” debido a sus maravillosos parques naturales y mi departamento justamente está frente al Parque Nacional de Nairobi y “Simba” significa León en su idioma local.

La famosa frase “Hakuna Matata” tantas veces escuchada, es también de origen local y se traduce como “todo está bien” o “no te preocupes” y de una manera u otra demuestra el carácter cálido y despreocupado de su gente, muy diferente a la gente de las ciudades occidentales.

Algo que me llamó la atención es su parque automotor. Hay muy pocos carros modernos y la mayoría son antiguos. Por lo que he podido averiguar es que los impuestos son muy caros para los autos nuevos y por consiguiente sus repuestos, por lo que la gente de clase media y los que trabajan con el, por ejemplo los Uber, (UVA como dice acá) prefieren mantener sus carros por años.

A falta de un medio de transporte masivo, el tráfico es algo desordenado, pero nunca como el que vi la semana anterior en Bombay, cuyo desorden y ruido, podrían hacer parecer a nuestro centro de Lima, como un paraíso terrenal. Pero aún así, en Nairobi, está en plena construcción una súper autopista elevada de más de 40 kilómetros y que unirá el aeropuerto pasando por el centro con una ciudad al oeste de Nairobi. Eso aliviará el tráfico sobretodo del centro al aeropuerto.

Tienen mucho más Centros comerciales que los qué hay en Lima y con muchas marcas conocidas y son realmente impresionantes. Dato curioso están prohibidas las fotos en la mayoría de ellos.

En cuanto a los supermercados, bueno hoy me quedé solo, pues mis dos compañeros o “roomies” se fueron a volar ayer por la noche y uno de ellos era nuestro “cocinero” oficial. Ante tal reto pues decidí por un menú sencillo: arroz, hamburguesas y una ensalada, sencillo. Abrí el refrigerador y solo estaban las hamburguesas, primer problema.

Ok Tito, me dije, voy al supermercado que está a solo 50 metros de mi condominio y listo. Llevé mi bolsa (acá están prohibidas las bolsa de plástico). No habían ensaladas preparadas y la idea de lavar lechugas, cortar tomates etc..no me hacía gracia.. bueno hoy día no hay ensalada. Iré por el ajo para hacer el arroz. Buscando por todos lados y preguntándole en inglés a un morenito, me dijo que la pasta de ajo estaba descontinuada. Solo había el ajo entero. “ Asante Sana” (Gracias en Swahili). Segundo problema.

Luego a enfrentar el tercer problema no hay licuadora en el departamento los aplastaré hasta hacerlos pasta no me va a vencer un ajito.

Asumí que solo necesitaría dos dientes así que luego me di cuenta que también tenía que pelarlos. Me he enfrentado a muchos problemas en mi vida, pero a un ajo entero nunca, así que bueno a pelar sus capas de cáscara y cortarle los extremos.

Una vez pelados, empecé a cortarlos en pedazos pequeños pero solo quedaron en eso y francamente tenía miedo de volarme un dedo por un maldito ajo, así que los dientes de adulto se convirtieron en dientecitos de niño.

Le puse aceite a la arrocera ( sí, había arrocera felizmente) luego puse mis ajos enteritos y chiquitos, media taza de arroz, una y media de agua, prendí el botón de “Rice” y me persigné a ver qué saldría.

Bueno quince minutos después se apagó la luz, abrí la olla y tenía un arroz …¿amarillo?..pero ¿no se suponía que el arroz es blanco…? Estaba graneadito? ¿Eso es bueno?….No se quemó pero salió crocante…?¿ se me pasó? Parecían galletitas! …¿el sabor? …Perfecto estaba rico bien en sal y estaba mojadito así que ¿puede ser que le haya sobrado aceite y faltado agua ?

Mañana intentaré con fideos, muy pronto para volver a hacer arroz, solo sé que hoy la hamburguesa y la palta sí me salieron perfectas..!

De todas manera me prepararé una manzanilla…por si acaso…