domingo, 10 de mayo de 2015

July mi Súper Mamá

Sentado en el césped del cementerio veía la pequeña lápida de mi madre y me ponía a reflexionar en cómo es la vida de muchos de los que terminamos enterrados ahí, recibiendo la visita de sus familiares en este 10 de mayo, Día de la madre. Hoy puedo decir a mis cincuenta años bien puestos, de que la vida definitivamente es más fácil para unos y mucho más difícil para otros. Yo, por esas razones misteriosas del destino y gracias a mi madre, creo que me ubico en el primer grupo.


En cambio, Mi madre tuvo siempre todo cuesta arriba. Se separó de mi padre cuando tenía dos niños de 4 y 5 años con tan solo 23 años. Mi hermano menor y yo lógicamente no nos dimos cuenta del impacto económico que dicha separación traía consigo, pero lo que nos faltaba en dinero, mi madre lo suplía con amor, pese a que tuvo que estudiar y trabajar a la vez para sacar una casa adelante. Madre soltera y sin un ex esposo responsable que pasara alguna pensión alimenticia y a quien solo veíamos cada seis meses, hizo muchos sacrificios para sacarnos adelante. En que clase de futuro habrá pensado mi pobre madre! Esta situación debe haberle creado mucha angustia.


Pero esa crítica situación y angustia nunca la vimos mi hermano y yo. Crecimos en una ambiente saludable, en un barrio de clase media, que no veía la violencia y caos de hoy día. Muy temprano mi hermano y yo caminábamos cuatro cuadras y cruzábamos la Av, Javier Prado para tomar el ómnibus del colegio que pasaba por ahí y nos llevaba hasta Chosica. Imagínese hoy en día de que su hijo de ocho años cruce esa avenida, seria un suicidio!


¿Por qué hasta Chosica?, pues mi abuelo había tenido la magnífica idea de hacernos estudiar ahí en un colegio particular que el pagaba y que nos ayudó a sobrellevar nuestro asma. Eso terminó cuatro años después cuando el falleció. Tuvimos que dejar ese colegio y hasta ahora no sé cómo mi madre, siempre con una padre ausente e irresponsable, hizo para continuar con nuestra educación pero lo hizo! Y no me puedo quejar. Recibí una buena educación aunque no haya estado en un colegio particular elegante.


Tuvimos carencias, nunca nada importado, siempre los mismos uniformes o zapatillas, un solo par de zapatos para todo el año que heredaba a mi hermano. Nunca viajamos ni a la esquina. Nuestros viajes eran cruzar la Javier Prado e ir a Sears y mas adelante, en bicicleta a la Huaca Puccllana a hacer cross.


Pero pese a todo, fui feliz, aunque dudo a que mi madre lo haya sido en el plano personal , tuvo siempre mala suerte para el amor. No encontró una buena pareja pero pese a eso, nunca la vi amargada, la vi siempre feliz. En ese entonces, a los 16 años aun no me daba cuenta de las cosas en el plano del amor. Qué pena que nunca pude tener una conversación sobre esto con ella. Creo que ella no quería que me apenara por su situación, se guardaba sus cosas para ella.


Se accidentó muy joven y ya no pude compartir mas con ella ni pude tener una conversación de adulto. Que pena me da hoy, que tengo la oportunidad de hacerla feliz, de no contar con su presencia. Hoy que me encuentro en el grupo de los que tuvieron la vida menos complicada, me pongo a pensar nuevamente en lo difícil que fue la vida para ella.


Yo, lo que tengo ahora es por la suerte de haber estado en la Fuerza Aérea y eso gracias a mi tío quien pagó mi ingreso y pude salir de mi casa. Para mi madre debe haber sido de un gran alivio. A los 17 años ya podría tener un respiro. Uno menos, le quedaban tres! No podía decepcionarla. Aguanté todo lo que pude e hice una buena carrera militar y hoy en la aviación comercial no puedo quejarme. Tengo un trabajo duro pero que adoro y me permite darle a mis hijos lo que yo nunca tuve. Eso me da tranquilidad algo que quizás mi mami no tuvo cuando tenía todo una camino cuesta arriba que recorrer.


No soy una persona muy religiosa, pero cualquier Madre que saca a sus hijos adelante,en estas condiciones, tiene que haber tenido la gracia de Dios. Quiero decirle a todas las mamas que puedan leer esto, que no importan los obstáculos que nos traiga el camino. Siempre habrá un mano misteriosa o divina que nos ayudará a salir adelante. Lo importante es no perder la fe. Algunos tenemos mas suerte en el camino. Otros tenemos más obstáculos, pero al final con amor y con esperanza, podremos ganar el cielo y el cielo ya está ganado cuando tienes hijos que reconocen que milagroso es la tarea de ser Mamá. Yo lo sé de corazón y por experiencia de vida, lo que tengo hoy es por ti! July, mi viejita querida! No sabes cuanto te extraño! Feliz Día de la Madre tu si que fuiste una SuperMamá!