martes, 17 de enero de 2012

SI TE CHOCAN PAGAS

Estaba estacionado, con el carro apagado, en la linea de emergencia de la carretera Panamericana esperando entrar con mi hijo al único centro autorizado de exámenes de manejo.Cualquiera esperaría que este lugar auspiciado por el Touring o el Ministerio de Transportes tenga un lugar seguro donde esperar pero no es así.

Ahí estaba, estacionado escuchando música al borde de una autopista, sin ni siquiera atreverme a abrir una puerta ya que un carro embalado podría volarme una puerta en el mejor de los casos. Pero no pasó eso mas bien sentí un golpe fuerte golpe detrás de mío y bajé a percatarme de que el vehículo que también estaba estacionado detrás mío (y creo que muy cerca) había sido impactado por uno de esos miles carros blancos Probox de color banco y con rejas adentro.

Al bajar de los dos carros impactados nos percatamos que la que había ocasionado el choquer era una mujer lógicamente sin brevete, carro alquilado y que aun mantenía sus manos aferradas al timón, y que no sabia que hacer con sus pies, pienso que había confundido los frenos con el acelerador.

"Bueno hijita ¿y ahora? le pregunté, "no se señor si quiere arreglamos" me contestó. Pues por el monto del daño le dije que costaría mi franquicia y eso es lo que debía pagarme y algo similar le dijo el carro que estaba atrás mío como sandwich. Al no llegar lógicamente a ningún acuerdo inicial, procedimos a llamar al seguro.

Como se imaginarán ella no tenía seguro ni el dueño del horrendo taxi. Al llegar los del seguro, nos dieron la ingrata noticia de que tendríamos que irnos TODOS a la Comisaría de Lurin a sentar la denuncia y luego a hacer un dosaje etílico a San Bartolo! ¿Se imaginan eso? en que país estamos en que tienes que irte 50 kilómetros al sur, perder todo el día cuando te chocan estacionado, con el carro apagado y por detrás!? Yo no podía hacer todo este paseo legal pues tenia que trabajar por la tarde así que deje sentado esa situación al señor motorizado de mi seguro, señalando el que quizás el seguro no me pagaría. Fue el riesgo que corrí pero por el monto y sabiendo que la desbrevetada mujer nunca me pagaría ni un sol, me fui de ahí.

Con mi carro chocado me dirigí al taller de un amigo para hacerle a él, el favor de que se ganara algo arreglando mi parachoques pues podía hacerlo con el seguro en el Concesionario autorizado o en otro taller de planchado y pintura conocido, pero en aras de apoyarlo lo llame. Vio mi carro, con aire intelectual y de experto y me dijo con la mano en la quijada "mira, me voy a demorar por lo menos una hora en sacarte el parachoques y luego me lo dejas, te llevas el carro y mañana lo traes". Como yo tenia que trabajar le dije que regresaría.

Un par de días después regresé para que me saque el parachoques pero mi amigo mecánico no estaba pero había dejado dicho que lo harían. Espere una hora nadie se acercó ni a ver mi carro, comprendí que mi amigo mecánico no es el dueño y ni ostenta la calidad de socio. Dejé el taller de mal humor jurando nunca más hacerle el favor. Me acordé de la Gorda Lucy en la Av. Canadá y me fui a verla.

Cuando le mencioné la palabra "parachoques", ya me lo habían sacado en menos de un minuto y ya se lo estaban llevando. Al día siguiente ya estaba listo y colocado y por un monto bastante menor al precio de la franquicia.

¿Qué me enseño esto? Que los servicios publicos como el obtener la licencia al borde de la Panamericana es un peligro. Que los servicios que brinda la Policia son pésimos y sin sentido. Que la competencia es buena. Que cuando te choquen mejor dile al asegurador que estabas lejos de tu carro tomando una gaseosa y viste como lo chocaban. Que por montos menores a la franquicia mejor tu los pagas pues luego el seguro te lo cobra subiendote las cuotas así tu no manejes o no tengas la culpa y que manejar en Lima es toda una aventura y que si tienes la mala suerte de que te choquen y no tienes la culpa seguro que te va a costar.

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