jueves, 3 de noviembre de 2016

!Un Canberra en Lima!!


Un Canberra en Lima!

Leía con un entusiasmo el ejemplar de un libro magníficamente ilustrado escrito por Steven Benny, joven al que tuve el gusto de conocer durante la confección del mismo. Ha hecho una recopilación histórica de relatos y fotografías de las principales operadores del avión Canberra en todo el mundo.

También acabo de visitar la casa de otro joven, piloto comercial de línea aérea y a quien le llamo sobrino por el cariño y la costumbre de llamar así a los hijos de nuestros amigos más allegados. ¡En su casa tenía una cabina y un empenaje completo de un Canberra B-12!, si uno real, uno que voló en el Conflicto del Cenepa y que también debe haber volado en conflictos de Sudáfrica con Angola allá muy lejos y aparte de esto tiene hasta un pequeño museo-bar!

¿Y que tienen en común estos dos jóvenes!? Pues su gran cariño por el Canberra y pese a que ninguno de los dos voló el avión, han podido materializar su cariño por la historia aeronáutica cada uno a su manera. Steven Benny vivía en Inglaterra frente a una base de Canberras de la RAF y ha completado su libro luego de cuatro años. Mi sobrino vivió de pequeño en una base de Canberras y era hijo y sobrino de pilotos de Canberras. Hoy los dos nos dan una lección de cariño por la aviación , algo que hoy la Fuerza Aérea del Perú tiene que apreciar y valorar.

El Canberra, en 1953 año de su producción, fue unos de los aviones mejor dotados aerodinámicamente, sus performances de vuelos eran extraordinarias para su época. Podía volar a más de 45,000 pies y volar a 0.82 Mach. Esas características no la tienen ni los más avanzados aviones comerciales de esta época. El Perú en ese entonces fue afortunado en tener esa maravilla de la tecnología y los más irónico de esto, es que 42 años después, era el mejor dotado en cuanto a guerra electrónica entre nuestro inventario.

Pero los años pasaron y este viejo guerrero tuvo que pasar al retiro. Y su retiro a diferencia de otras fuerzas aéreas se realizó sin pena ni gloria, ningún último vuelo, ningún homenaje ninguna ceremonia. ¡Qué pena! Que desidia de nuestra institución que no valora su historia. Cuando los pilotos y hasta normales turistas viajan al extranjero los museos aeronáuticos son parte de tours o visitas guiadas. El hombre siempre ha estado fascinado por los aviones, por eso tienen gran acogida las ferias aeronáuticas y exhibiciones. Algo que aún no hemos aprovechado.

Si queremos atraer gente a nuestra Institución empecemos por valorar lo que tuvimos y tenemos en cuanto a material aeronáutico. Es hora de pensar en tener un verdadero museo aeronáutico y de esta manera rendir un homenaje a nuestra querida Institución ¿o es que nos estamos orgullosos de nuestro legado histórico? Y el avión Canberra es parte de esa historia. ¡Casi cincuenta años volando! eso no lo tuvo ningún avión de combate a reacción en el Perú. Por tal motivo, tratemos de conservar por lo menos uno antes que los chatarreros terminen lo que la corrosión ya está haciendo. Tenemos que traer por lo menos un avión Canberra a Las Palmas.
Es lo mínimo que podemos hacer. Sería un mínimo homenaje a tanto pilotos y navegantes que volaron en este avión . Sería un homenaje a los héroes caídos, Percy Phillips y Miguel Alegre. Sería un homenaje a todos los caídos en el Cenepa, a todos los pilotos caídos en cumplimiento del deber, sea el avión que hayan volado y a también a tanta gente de mantenimiento que hizo lo posible por tenerlo volando tanto tiempo.

Hagamos un esfuerzo institucional para traer un avión a Las Palmas no hacerlo sería una completo atentado a nuestra historia. El costo es mínimo en comparación a los beneficios que se consiguen en cuanto a imagen institucional. Esperemos que los sabios aviadores que conducen nuestra querida Fuerza Aérea recojan este pedido.

No dejemos que la humedad y la desidia acaben con este sueño, sueño que no viene solamente en este caso de un piloto de este avión. Este pedido viene de entusiastas como estos dos chicos que concretaron a su manera la forma de traer a la realidad el sueño de hacer volar al Canberra por última vez aunque sea en nuestra imaginación.


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Sobre el libro pueden buscar en Facebook The Canberra Experience

2 comentarios:

  1. Héctor Güerovich G.3 de noviembre de 2016, 15:58

    Tito demoraste en regresar.
    Fuerza, Poder y Gloria gran Cabrera de Guerra.

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  2. En efecto, el bombardero Canberra, podía alcanzar la velocidad de Mach 0.82 porque sus motores Rolls Royce Avon MK4 eran straight jet no tenían fan,yo los ví en Chiclayo, yo trabajaba en el Hawker Hunter, otra belleza bélica que hizo historia en nuestra gloriosa Fuerza Aérea.

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