jueves, 28 de julio de 2011

NO BASTA SOÑAR (GRACIAS MAMA!!)

Observo en este momento la inmensidad del Océano Atlántico, un dia hermoso, algunas nubes dispersas, un sol que me acompañará mas tiempo de la cuenta, volando hacia el oeste en ruta desde Madrid a Lima.

Es inevitable pensar, aprovechando el silencio que me otorga mi Primer Oficial de todo el camino que tuve que recorrer para llegar hasta aquí, sentado al mando de un Boeing 767-300 desde que de pequeño, dibujando aviones en la parte de atrás de mis cuadernos, me imaginaba volando aviones de todo tipo.

Y esto se lo debo entera y completamente a mi madre quien siempre me dijo, que a pesar de las carencias que tuvimos mi hermano y yo, esforzándonos podriamos alguna vez alcanzar nuestros sueños.

Recuerdo que a falta de un padre en la casa, mi madre trabajaba desde muy temprano y siempre nos daba lo necesario para ser felices. Creo que de pequeño no te das cuenta de las necesidades económicas si te basta con salir a jugar fulbito o lo que sea con tus amigos y hacer las tareas, teniendo la suerte de vivir en un barrio y una época sin cable TV, internet, playstation y todas esas cosas que te atan a casa.

Por suerte no tenía muchos amigos que me hicieran notar que un viaje a algun sitio ni siquiera fuera de Lima, fuera una posibilidad, motivo por el cual, mis únicos viajes, eran los que yo hacía en mi bicicleta sin frenos a algún distrito fuera de mi querido San Eugenio o a la playa La Herradura en los veranos.

No creo haber recibido una educación escolar extraordinaria, pero mi madre me enseñó la virtud de la lectura a muy temprana edad y eso creo que me abrió varias puertas y suplió mis deficiencias sobretodo en las ingratas matemáticas que nunca pude dominar, pero si aprobar.

Más adelante, ingresaría a la Fuerza Aérea, enterándome años mas tarde, que mi padre, se prestó la plata para mi ingreso y nunca la pagó (gracias Tio Lucho!) Me imagino que mi madre le habrá dicho que ya era hora de "que se portara". Pero al final fue una inversión barata, ya que los beneficios de mis trabajos, superaron ampliamente su "inversión".

Creo que para una familia de escasos recursos, el ingreso a un Instituto Armado, es una gran oportunidad para ser alguien en la vida.La Fuerza Aérea con sus virtudes y defectos me enseñó todo lo que hoy soy y le doy gracias por los momentos buenos y malos. Son esa mezcla de sentimientos los que te forjan el carácter, el espíritu de cuerpo y camaradería y que te permiten superarte.

Mi primer avión, un Cessna T-41D de solo 1,800 kilos, lo volé a los diecisiete años,un día 15 de julio de 1982,  antes de aprender a manejar un carro. Hoy gracias a mi esfuerzo y al sacrificio de mi familia, a la que tuve que alejar de Lima más de catorce años, vuelo un avión cien veces más pesado que mi primera avioneta.

Hoy quiero decirle a mi madre, postrada de por vida en una cama por culpa de un conductor ebrio, que aunque no me entienda, que no hay día en que no le agradezca todo lo que hizo por mi. Se lo agradezco despierto y dormido. Ella siempre hizo que nunca sintiéramos que algo nos faltaba y eso lo quiero transmitir a mis hijos, quienes gracias y en parte a su abuela, hoy lo tienen casi todo. No lo desaprovechen y esfuércense por hacer realidad sus metas, no basta con solo soñar.

2 comentarios:

  1. Que hermoso testimonio de agradecimiento. Esto refleja tu inmensa calidad humana. Para quienes tenemos el privilegio de conocerte, esto no es una novedad.
    Bendiciones
    Iván

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