miércoles, 13 de mayo de 2009

LECCIONES APRENDIDAS: DE QUE VALEN SI NO SE ESCRIBEN


Recuerdo en mis clases de mi Curso de Comando y Estado Mayor (CCEM) y luego en el ACSC (lo mismo pero en la USAF) que lo mínimo y fundamental que debe estudiarse y analizarse es la historia o las experiencias propias o ajenas. Para tal fin es necesario recurrir a fuentes confiables, normalmente manuales de doctrina y literatura.

En este sentido, como testigo de las operaciones de 1995, me permito pedir que reflexionemos y escribamos todo lo que pasó en la llamada Guerra del Cenepa, guerra que considero que ganamos en el sentido estratégico pues terminamos un asunto pendiente y delimitamos nuestra frontera norte, pero a nivel campaña aérea u operacional no se aplicó la doctrina, resultando en un ineficiente empleo de los medios aéreos. Y esto sucede por que simplemente no escribimos.

Volaba hace unos días con un Primer Oficial colombiano, quien volaba A-37B en operaciones contra las FARC y comentaba que a sus bombas de propósito general les colocaban unas extensiones a las espoletas (“daisy cutter”, usadas desde la Guerra de Vietnam!) para que estallaran antes de caer y no se hundan en el fango de la selva. Ese es un claro ejemplo de lección aprendida, escrita y puesta en práctica.

Ponernos a reflexionar estos temas quizás nos cueste digerir, pero no podemos ocultar el sol con un dedo. Los americanos, con un poder aerospacial tan grande se llenaron de literatura tratando de explicar las fallidas acciones de su Fuerza aérea en la guerra de Corea y Vietnam. Luego de eso salieron fortalecidos y prueba de eso fue su exitosa participación en Tormenta del Desierto. Conflicto en que se superaron viejas rivalidades entre sus servicios (como ellos llaman a sus Fuerzas Armadas) y lograron ensamblar una maquinaria bélica que fusionó lo mejor de sus medios aéreos, navales terrestres y hasta espaciales.

La lecciones aprendidas luego de algún conflicto son indispensables para poder determinar cómo es que se pasó de la teoría a la práctica. Permite identificar los errores y corregir los futuros y de esta forma redefinir la doctrina actual o mejorarla. Pero si no lo hacemos será como si nunca hubiera pasado. Esto además le permite a las siguientes generaciones de aviadores estudiar, analizar el contexto de ese entonces, ver como se aplicó la doctrina y si se pudo poner en práctica sin o con impedimentos políticos o de otra naturaleza. Por ejemplo, las campañas aéreas en Vietnam estaban muy ligadas a lo que dictaba el poder político y por tal razón no se consiguieron los resultados esperados.

En una publicación anterior mencioné la valentía del General Hugh Dowding que se opuso a poner medios aéreos en un lugar donde no había cobertura de radares. ¿No les parece eso algo conocido? y esto sucedió 45 años antes de la guerra del Cenepa. Si esto fue así, ¿a quién se le ocurrió llevar aviones a una zona que no pudo ser coberturada con un radar? Si fue por presiones políticas, pues digamos la verdad. Por que recuerdo que había gente que pensaba que colocando una “sombrilla de aviones” era suficiente y lo he oído cuando se hablaba de las operaciones de Falso Paquisha en 1981, como si los radares de los aviones de combate hicieran vigilancia!!

Pero ¿nosotros que hemos hecho? Pues nada, sumado a la falta de incentivos o pereza para escribir nuestras experiencias, hemos ocultado por algún motivo la ineficiente utilización de medios aéreos en la cordillera del Cóndor más aun habiendo algunas lecciones aprendidas en 1981 y tampoco plasmadas en ningún documento, manual o estudio.

Los que condujeron ese conflicto deben de una vez por todas, ponerse a escribir todas aquellas experiencias por las que pasaron y efectuar un análisis serio con pensamiento critico de las circunstancias que llevaron al derribo de varios medios aéreos por la defensa aérea. No puede ser posible que luego de más de 10 años aun no se haya escrito nada sobre este conflicto.

Entonces, ¿cómo vamos a estudiar el poder aéreo si ni siquiera escribimos nada?. ¿Por qué es que se estudia el Poder aéreo en las escuelas de doctrina? Pues se estudia para aprender de errores pasados y comprender la doctrina actual y por que no, proponer mejoras. Las Escuelas de Estado Mayor son generadoras de doctrina y foros de discusión con oficiales que se supone llegaron a esas aulas por los méritos adquiridos durante su carrera. Yo estuve en el Curso de Estado Mayor cinco años después y no se habló ni se discutió nada al respecto.

Creo que es urgente que lo más raleado de nuestra oficialidad, aquellos que se batieron en este conflicto y que ahora ocupan cargos de mayor relevancia se organicen y analicen con valentía lo sucedido durante los meses de enero y febrero del 1995.

Preguntémosles a aquellos que “dirigieron” las operaciones aéreas de ese entonces y que nos expliquen como se aplicó o no la doctrina aérea, a que obstáculos se enfrentaron. Creo que la memoria de nuestros aviadores héroes del Cenepa se merecen un auto análisis valiente y critico. Las lecciones aprendidas de nada valen si no se plasman en blanco y negro

4 comentarios:

  1. Tienes razon los genios, responsables de esto ya estan en el retiro gozando de su pension y escondidos en su mediocridad

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  2. De verdad que resulta indignante que hasta ahora nadie haya hecho un mea culpa o querido analizar el tema...el tema de las bombas es realmente de ripley donde estaba el SEMAG??? Y lo estrategas de seguro no sobresalieron en ningun curso...

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  3. Siempre ha sido así, y seguirá siendo así, ningún Oficial Subalterno va a denunciar a un superior POR NINGÚN MOTIVO!!!!, por miedo, por no hacerse problemas, por amenaza (llegar limpio al proceso de ascenso), o porque simplemente quiere mantenerse perfil bajo hasta llegar a los niveles altos y hacer lo mismo o peor. Si eso llega a cambiar, por favor, me avisan!!!

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